Compartimos
con vosotros esta carta que nos hemos
encontrado, nos parece muy entrañable…
solo con leerla, podemos hacernos una idea de cómo se sienten los niños con
problemas de aprendizaje. Seguro que en nuestro futuro como maestr@s de
educación infantil nos encontraremos con más de uno.
En la
carta, da las gracias a su maestra,
cuando en realidad, muchas veces son los maestros lo que deberían pedir perdón
a ellos por no saber como tratarlos y hacerles daño en algún momento… Esperamos
que os guste y que nos sirva a todos de reflexión…
Sé
que no soy un niño fácil, que me distraigo con frecuencia y que no obedezco. Sé
que a veces interrumpo las clases e incluso hago que los otros niños no
aprendan. Sé que hago tu trabajo más difícil de lo que habitualmente es. Me
duele pero sé que no soy lo que a los demás les gustaría que yo fuera. Pero
todo eso es por fuera, porque por dentro soy un niño como los otros con una
inteligencia maravillosa y un gran corazón, sólo que cubierto con una camisa de
tristeza Y un abrigo de indiferencia para disimular.
Precisamente
con ese gran corazón es que puedo decirte: GRACIAS.
Gracias por ser paciente y aguantar mi
inconstancia. Gracias por protegerme: a veces de los adultos que no me
soportan, a veces de los otros niños y gracias por protegerme a ellos de mí.
Creo que en ocasiones sin querer les hago mal.
Gracias por recogerme cuando los demás me
desechan, por no reírte cuando los demás se burlan de mí, por entenderme cuando
no sé expresarme.
Gracias por creer en mí. aún cuando nadie
cree. Por estar segura de que yo saldré adelante aún cuando todo el mundo
apuesta por mi fracaso.
Gracias por
no darte por vencida, aún cuando a veces te sientes cansada. Gracias por
aceptar el reto que significa el manejar un niño como yo. Gracias por ser
ingeniosa y recursiva; por inventarte mil cosas para que yo logre mis
objetivos.
Gracias por
ser muda cuando me merezco una crítica, gracias por ser sorda cuando otros te
hablan de mí. Gracias por gritar mis logros, sabiendo que costaron un poco más
de esfuerzo que para los otros.
Gracias,
en fin, por todo.
Sin
ti, sin tu esfuerzo... no saldré adelante, tu eres mi gran aliad@, nunca me
faltes.
Preciosa :)
ResponderEliminarUna carta que me ha dejado sin palabras.
ResponderEliminarEs muy bonita, y la verdad que alguna vez nos encontraremos con niños que nos saquen de nuestras casillas, que se pasarán las clases entorpeciendo, que no sean capaces de seguir las explicaciones pero al final son los que tienen el corazón más grande y los más agradecidos aunque les cueste ponerlo en práctica.